Lo que está ocurriendo en Irán es absolutamente histórico. Es una revolución sin precedentes. Tan significativas en la historia como lo fue la caída del Muro de Berlín. Es la caída de un régimen, es una nueva etapa, es la apertura a un nuevo gobierno. Pase lo que pase, es el triunfo de las mujeres contra la dictadura y la opresión política, social y, por supuesto, religiosa.
Hoy Irán vive una revolución, iniciada por mujeres, y secundada por el conjunto mayoritario de la población. Los hombres son el otro pilar esencial para derrocar el régimen del fundamentalismo islámico.